A MI HIJO LE HUELEN LOS PIES: 7 CLAVES PARA REMEDIARLO.

Como evitar el olor de pies en los niños

Nuestro cuerpo siente el calor a través de los sensores térmicos que tenemos repartidos por toda la piel.

Y la manera que tenemos para regular ese calor excesivo es a través del sudor.Por lo tanto, sudar no sólo no es malo, sino que es necesario para ajustar nuestra temperatura corporal.

El sudor por sí mismo no tiene olor. Lo que ocurre es que el sudor si no se elimina en el momento, se mezcla con las bacterias que proliferan en lugares húmedos y oscuros, como por ejemplo, en el interior de los zapatos, se descomponen y causan el mal olor, primero del calzado y de los calcetines, y después se pegan a la piel, quedando atrapado sobre todo entre los dedos, provocando el mal olor de los pies.

Por lo tanto, no debemos preocuparnos porque nuestros pies suden, sino por mantenerlos secos.

Existen otros motivos por los que los pies pueden oler mal:

  • Durante la adolescencia, los cambios hormonales producen un sudor más graso que genera mayor proliferación de bacterias.
  • En situaciones de estrés o de miedo aumenta la sudoración sobre todo de manos y pies.
  • Una mala higiene de los pies. Es básico además tener las uñas de los pies cortas y limpias. Así evitarás la aparición de bacterias que terminen provocando el mal olor.
  • No llevar una alimentación sana y equilibrada también es importante en la regulación del sudor y por ende en la disminución del olor. Conviene evitar ciertos alimentos como por ejemplo, los ricos en grasas saturadas o los picantes.
  • Infecciones por hongos. La humedad propicia la aparición de los hongos, por eso siempre se recomienda no andar descalzo por zonas comunes de fácil contagio. También están más expuestas a padecer esta infección personas que practican algún deporte debido a la humedad y el sudor, y personas que no tienen una buena higiene.
  • Algunas enfermedades como la diabetes aumentan la sudoración.

Sólo un pequeño porcentaje de personas sufren de sudoración excesiva, también denominada hiperhidrosis, y en el caso de los pies hiperhidrosis plantar.

Si esto le ocurriera a tu hijo, conviene consultarlo con su pediatra o con un médico especialista que te indique el tratamiento a seguir.

En el caso de una sudoración normal, el problema del mal olor en los pies puede llegar a ser algo muy desagradable y embarazoso para tu hijo, pudiendo incluso afectar a su autoestima al sentir vergüenza de quitarse los zapatos delante de otros niños.

Tampoco es agradable que en casa, cada vez que tu hijo se quita los zapatos, se “cree un estado de emergencia” que tengas que abrir todas las ventanas y echar mano del ambientador porque no hay quien aguante el olor.

Algunos especialistas, en el caso de los niños, achacan el mal olor de los pies principalmente al uso continuado del mismo calzado, sobre todo el deportivo, a una higiene inapropiada y a un tratamiento incorrecto del calzado al guardarlos en sitios cerrados, al no ventilarlos y al no mantenerlos limpios tanto por fuera como sobre todo por dentro.

Además, hay que tener en cuenta que debido a su mayor actividad diaria, los niños probablemente sudan más que los adultos, por lo que sus pies necesitan transpirar más.

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Por este motivo, te vamos a dar 7 consejos para ponerle remedio al mal olor de los pies de tus hijos:

  1. Higiene diaria: Se pueden tomar diversas medidas para acabar con el mal olor de los pies, pero si tu hijo no tiene una buena higiene diaria, lo que hagas o los productos que le compres no valdrán para casi nada. Por lo tanto, lo primero es ducharse a diario. Muy importante al lavarse los pies es hacerlo también entre los dedos porque es ahí donde se acumula suciedad. Si tiene una sudoración excesiva, existen en el mercado diversos tipos de geles y jabones bactericidas que evitan la proliferación de microorganismos.
  2. Ventilar el calzado: Conviene que tu hijo no utilice el mismo calzado durante todo el día todos los días. Es necesario que los zapatos se aireen después de usarlos para que se seque la humedad que se origina en su interior y que es la causante de la aparición de las bacterias. Alternar el uso de los zapatos durante la semana o usar un calzado por la mañana y otro por la tarde son medidas con las que poder dejar que éstos se ventilen.
  3. Usar un calzado apropiado: No le compres a tus hijos zapatos fabricados con plástico o con materiales sintéticos, ya que éstos no permiten una buena transpiración de los pies, lo que conlleva la acumulación de bacterias y el mal olor. Por este motivo, el mejor calzado para tus hijos es el confeccionado en piel que favorece que los pies respiren mejor y suden menos.
  4. Usar calcetines adecuados: Al igual que con el calzado, el uso de calcetines de tejidos sintéticos como el nylon no es recomendable porque estos materiales favorecen una sudoración mayor. El algodón, ciertas lanas y los tejidos especiales que se utilizan en la fabricación de calcetines para deportistas, absorben el sudor y permiten que los pies puedan respirar mejor. Es necesario que los calcetines se cambien diariamente, y si tu hijo hace deporte o tiene un exceso de sudoración, debe cambiarse un par de veces al día.
  5. Lavar los zapatos y las plantillas: Si se trata de zapatos que no pueden ser lavados, es necesario airearlos cada vez que se usen. Si se trata de calzado tipo deportivas que sí pueden lavarse, puedes seguir los consejos que te propongo en el artículo del blog “Remedios caseros para limpiar deportivas o zapatos blancos de tela o lona de tus hijos”. Recuerda que no es recomendable meterlos en la lavadora y que no debes secarlos al sol directamente. En cuanto a las plantillas, si las puedes retirar, es mejor lavarlas por separado y con cierta periodicidad. Si usa plantillas especiales para el olor, debe cambiarlas como mínimo una vez al mes.
  6. Eliminar bacterias: Para matar las bacterias que estén en los zapatos, lo más común es usar antitranspirantes, que son sustancias que evitan la producción del sudor. Existen en el mercado numerosos productos desinfectantes en polvo, crema o spray que pueden usarse a diario tanto sobre el calzado como sobre los pies. Existen también desodorantes con sustancias bactericidas y antifúngicas que evitan el mal olor o lo neutralizan.
  7. No ir descalzo en lugares públicos y no compartir zapatos ni toallas con otras personas: Es importante dejar que los pies también se ventilen exponiéndolos al aire libre durante un tiempo, pero de ninguna manera debes caminar descalzo por zonas como piscinas, gimnasios, aseos públicos, etc, ya que son sitios perfectos para la proliferación de bacterias. Tampoco es recomendable usar zapatos de otras personas ni secarnos los pies con la misma toalla por las bacterias que éstos pudieran contener y que podríamos coger.

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